Ansiedades indefendibles
Todos los porteros del mundo sueñan con la posibilidad de la invencibilidad eterna. Siendo muy realista, imagina si fuera posible al menos poder pasar una temporada entera jugando a un alto nivel sin llegar a tu objetivo.
Si tal hecho fuera posible, su equipo inevitablemente ganaría todo lo que disputaran, y en consecuencia todos los premios individuales del puesto serían para él.
Por supuesto, esta cuestión de un escenario perfecto es ficticia, pero cada portero hace todo lo posible para acercarse a esta situación. Mi inquietud comienza cuando me pregunto cómo conseguir que un portero se acerque lo máximo posible a ese estado de perfección.
¿Realmente la técnica perfecta, los conceptos bien definidos y mucho entrenamiento específico marcan la diferencia o no en el resultado final de un conjunto?
¿El portero deja de ser un buen portero si alguno de los 03 elementos mencionados en el párrafo anterior diverge de su capacidad de absorción de información o calidad individual?
Si pensamos que en un lado de la cancha tenemos un portero más técnico y en el otro un portero técnicamente inferior, ¿podemos decir que hay alguna ventaja entre ellos durante el transcurso del juego? ¿Es posible fijar quién será más decisivo en un partido?
Al fin y al cabo, ¿no es lo importante para el portero asegurarse de que el balón no pase de su portería, sea de la forma que sea?
Si juntamos todas estas preguntas, es posible ver que el tema del portero es complejo y extenso.
Por supuesto, hablar de técnica, gestos y entrenamientos complementarios siempre es un buen tema. Estas variadas opciones ayudan mucho, de hecho, fueron creadas para hacerle la vida más fácil al portero y mejorar su rendimiento, pero no podemos despreciar al portero que defiende el balón sin tantos recursos, ambos pueden ser muy efectivos en sus propósitos, y puede, cada uno a su manera para aprovechar al otro.